El pasado curso 2021-2022, comenzamos en la escuela a poner las primeras piedras para levantar entre todos, alumnos, maestros, padres y madres, un proyecto que ayudará a crecer a la escuela como organismo vivo y en equilibrio con su maravilloso entorno, y a hacerla cada vez más autosuficiente. Esta iniciativa tiene cuatro pilares fundamentales: la apicultura, la huerta ecológica, el pozo – agua del pozo natural – y un banco de semillas.
En el centro de esta nueva aventura ha de estar ella, la abeja reina, y para invitarla a que se sume a nuestro impulso, en un lugar apartado del bosque que nos ha cedido generosamente el Ayuntamiento de Elburgo, hemos colocado una caja donde pueda sentirse a gusto y decida construir su hogar, junto a nosotros. Los alumnos y maestros iremos descubriendo su modo de vida, tanto observando a las abejas en el panal en sus idas y venidas, como escuchando en las aulas las enseñanzas de los apicultores y los cantos y alabanzas de poetas a estos seres solares.
Tal vez consigamos con el tiempo que la reina comparta con nosotros una pequeña parte de la cera y la miel producidas por su enjambre. Pero eso será únicamente si conseguimos observarlas bien y llegar a entenderlas.
Los alumnos de la Décima Clase, como todos los años, siguen dedicándose con gran energía y buen hacer a trabajar la huerta ecológica de la escuela, a recoger sus productos y ponerlos a la venta entre maestros y padres y madres. Se han repartido las diferentes tareas (marketing, contabilidad, venta…) y funcionan como un todo bien organizado y eficaz. Este año hemos recibido varias bicicletas donadas para que los alumnos, hagan ágiles idas y venidas desde Trocóniz a la huerta de Añua.
El tercer elemento de este proyecto que os presentamos se encuentra en el centro del recinto escolar; el pozo de agua. Se trata de una fuente natural de agua que durante años ha estado sin utilizar. Vamos a ponerlo en funcionamiento para poder usar su agua para regar y limpiar en los terrenos de la escuela. Ya hemos conseguido hacerla brotar, y el siguiente paso será analizarla para conocer su grado de pureza. Una vez seguros de que no trae nada de los campos de los alrededores que pueda ser nocivo, comenzaremos a poner los medios para canalizarla y poder usarla.
Por último, y de la mano de Urbide, una empresa que se dedica al almacenaje y distribución de productos ecológicos, los alumnos aprenderán la importancia del conocimiento y cuidado de semillas de plantas autóctonas. De esta manera comenzará a crearse un pequeño almacén de semillas para que nuestra huerta ecológica sea cada vez más autosuficiente.